miércoles, 21 de noviembre de 2007

El Lado Oscuro de los Salmones Chilenos


Chile es el segundo productor mundial de salmón: Sus exportaciones alcanzarán esteaño 2 mil 500 millones de dólares. Esto, a pesar que el carnívoro pez fueintroducido al país sudamericano hace sólo 20 años. En el éxito de la industriasalmonera, el Estado de Chile ha tenido mucho que ver, pues la subsidia a través denumerosos mecanismos: Exención de impuestos, con base en la Ley Austral decretadapor el régimen militar de Augusto Pinochet en 1974, que se hizo con el fin depromover las inversiones privadas. Otro subsidio a esta actividad lo constituye laentrega gratuita del agua. En efecto, las empresas pagan salmoneras por cadahectárea de superficie de agua que ocupan, el equivalente a 140 dólares al año. Estoha sido motivo de numerosas críticas. “Es absurdo que se les cobren unidades desuperficie como son las hectáreas, cuando lo que de verdad ocupan son unidades devolumen, señala Héctor Kol, jefe del Programa de Salmonicultura de la ConfederaciónNacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach), en entrevista con Apro.Explica: “Los salmones se cultivan en un volumen de agua y la industria salmonera nopaga un solo peso por los millones de metros cúbicos que usan sus balsas-jaulas”.Tampoco pagan por los cientos de millones de metros cúbicos de agua que contaminan.Esta bondad chilena no sólo es con la industria salmonera: El Estado chileno tambiénha entregado gratuitamente y a perpetuidad los derechos de aguas continentales a lasmineras y las compañías eléctricas, mientras el común de los chilenos debe pagar dosdólares por cada metro cúbico de agua potable que consume. Estos no son los únicosbeneficios que el gobierno chileno entrega a la salmonicultura: Los salarios de lostrabajadores de esta industria son subsidiados por el Estado. En el caso de Frío Sur(Grupo del Río, chileno), el 100% de los salarios bases que entrega (200 dólares),corresponden a subsidios estatales. La mitad por concepto de bonos de capacitaciónentregados por el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo y la otra parte sonaportados por el Programa de Generación de Empleo, del Ministerio del Trabajo.Aunque no en este extremo, esta situación es común a toda la industria salmonera.Tan favorable es y ha sido la situación de la industria salmonera que Joe McCornide,presidente del Maine Aquaculture Center, declaró en 1997: “Los programas desubsidios chilenos (a la salmonicultura) son un verdadero regalo para losinversionistas extranjeros: si vas a invertir 5 millones (de dólares) en una plantaen Chile, en realidad pones 3 millones y los otros 2 millones los pone el gobierno.”El empresario salmonero hizo las declaraciones en el contexto de un proceso pordumping contra la industria salmonera chilena. En aquella ocasión el gobierno deChile financió la contratación de los servicios del senador republicano Robert Dolecon el fin de defender los intereses salmoneros. Y, gracias a sus servicios, Chilepudo seguir exportando salmón a Estados Unidos: su principal mercado. Trabajadoresen condiciones deplorables Sin embargo, a pesar de estas enormes regalías quereciben, los inversionistas salmoneros no tienen buen trato con sus trabajadores. Deacuerdo con un informe de Coral Pey, directora ejecutiva de la Alianza para unComercio Justo y Responsable (ACJR), realizado en 2005, dos años antes, en el 2003,las empresas salmoneras emplearon a 45 mil personas –70% mujeres--, de las cuales80% percibía el salario mínimo. “Se vive en un clima de inestabilidad laboral ycarente de beneficios sociales (...) El trabajo en la industria salmonera se realizade pie. Las mujeres permanecen paradas entre 8 y 16 horas diarias. Las condicioneshigiénicas son deplorables, con baños y camarines insuficientes e insalubres. Loscomedores son sucios y con altos niveles de toxicidad debido al agua clorada”,reveló el informe. Héctor Kol cuenta que los obreros de las plantas procesadoras desalmón “trabajan a 12 grados bajo cero (para que no se descompongan los peces), sintraje térmico y hasta usan pañales porque muchas veces no les dan permiso para ir albaño. Las industrias salmoneras en Chile, tratan a sus trabajadores como esclavos”,afirma. En las plantas ha habido casos de mujeres que han sufrido abortos estando enla línea de producción. Isabel Huaiquin, trabajaba en 2004, en la salmoneraMainstream, empresa que cuenta con 70% de capitales estatales noruegos. Ella estabaembarazada de 8 meses y tenía que trabajar en las mismas condiciones que suscompañeros: De pie durante 12 horas y a muy bajas temperaturas. Este ambiente,incidió en que se enfermara y fuera a dar al hospital. Después de 5 días allí, tuvoque reintegrarse de inmediato al trabajo. Sufrió una hemorragia y la empresa no lequiso dar permiso para ir al hospital: tuvo un aborto. Y cuando se tenía quereintegrar, la despidieron. Este caso fue relatado por la propia afectada en eldocumental chileno-noruego Ovas de Oro, que retrata las duras condiciones que sufrenlos trabajadores en la “floreciente industria del salmón” en Chile. Los trabajadoresde la planta de Pacific Star, de Quellón, presentarán en los próximos días unademanda laboral contra sus patrones por tener un sistema de trabajo que no consideralos días de descanso, y por negarles el pago de horas extras. La explicación de laempresa es que su peculiar “proceso continuo de producción” les impide detener lastareas. Eso justificaría también –según ellos-, la existencia de dos turnos diariosde 12 horas. Según el estudio “Cultivando el Mar”, de la Dirección del Trabajorealizado en 2006 en la empresa Aguas Claras, los trabajadores tienen queinscribirse en listas de espera para ir al baño. A las madres se les niega el tiemponecesario para el amamantamiento de sus hijos recién nacidos. La empresa no tienesalas cuna para estos casos. Lo mismo ocurre en Pacífico Sur, donde a los obrerostambién se les descuenta 30% de sus honorarios por concepto de “reposición demaquinarias”. Según Ecoceanos Noticias, en la empresa Aguas Claras todas las mujeresembarazadas fueron castigadas en el 2001 con el descuento de la mitad del bono deproducción sin explicación alguna que justificara la medida. En 2005 Pacific Stardemandó en el Tribunal de Justicia de Quellón, a 11 trabajadoras embarazadas con elfin de quitarles el fuero maternal y así poder despedirlas sin ser sancionada. Lostrabajadores de las empresas con capitales noruegos han decidido quejarse ante elgobierno de ese país, por las condiciones con que operan en Chile las empresas deesa nación. En una carta de Marzo de 2007 diversas agrupaciones de trabajadoressalmoneros sostienen: “En la planta de proceso de Mainstream Calbuco tenemos 4inodoros para soportar a 300 trabajadores en temporada baja y hasta 500 trabajadoresen temporada alta (...) Las vías de escape no son aptas, hay hacinamiento en elcasino y no se están ejecutando los ejercicios compensatorios que recomendó unestudio realizado por la unidad de ergonomía de la Dirección del Trabajo (...) Losempresarios no entregan copias de los contratos a los trabajadores, muchos de estosquedan con fecha de término en blanco, con lo cual se han registrado una serie dedespidos con la causal ‘termino de contrato (...) Varios trabajadores usan guantesque están en mal estado, reparados de mala forma o son de baja calidad, lo cualaumenta el riesgo de accidentes o de contraer enfermedades profesionales.” Segúninformación de la Dirección del Trabajo, tres de cada 10 trabajadores de laindustria del salmón ha sufrido accidentes y enfermedades laborales. Entre 2005 y2006, al menos 35 trabajadores de la salmonicultura murieron mientras realizabanfaenas para esta industria. Casi la mitad de ellos eran buzos que son obligados adescender a 40 metros de profundidad, cuando la mayor parte de ellos sólo harecibido capacitación y equipos para sumergirse 20 metros.

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