jueves, 29 de abril de 2010

SALUD A LOS TRABAJADORES DEL MUNDO. POR LA CONSTRUCCIÓN DE LA SOCIEDAD SIN CLASES.



El 1 de mayo para las amplias masas de trabajadores del mundo viene a ser un bálsamo de reconciliación con toda nuestra clase. De superación de las contradicciones internas que se dan en el seno del pueblo. De motivación para la lucha y de esperanza para el porvenir.
Fueron estas mismas motivaciones las que hace ya 6 años provocaron que un grupo de luchadores, enarbolando las banderas del comunismo, editaran el Primer número de la Revista Negación de la Negación el 1º de mayo del 2004. Desde esa fecha han pasado 6 años de lucha popular donde el movimiento general del pueblo ha ido madurando y elevando su nivel de conciencia. Ideas que en esos años eran minoritarias como la construcción de Partido, el comunismo y la Guerra Popular hoy son aceptadas por amplios sectores del pueblo que dejan atrás el anarquismo y el individualismo complaciente. En esto creemos humildemente que Negación de la Negación ha aportado con su grano de maíz.
Este nuevo 1º de mayo debe redoblar nuestros esfuerzos como militantes y renovar nuestras esperanzas en la victoria. Es por esto que hemos decidido reproducir la experiencia de un viejo militante comunista, Elías Lafertte, (más allá de que adscribamos o no a su línea) respecto al 1º de mayo de 1933, cuando se encontraba preso, junto a Juan Leiva Tapia, en la cárcel de Bahía Blanca (puerto de Argentina) cuando pretendían llegar a un Congreso en Montevideo:

- ¿Sabe qué día es hoy?
- No. ¿Qué día?
- Primero de Mayo.
- De veras, es cierto.
Para los comunistas, y también para los trabajadores no comunistas, el Primero de Mayo es un día de solemnidad que jamás los burgueses podrán comprender. Representa para nosotros una fecha de dolor, pero al mismo tiempo de conquista, de lucha y hasta de alegría, porque ese día se renueva nuestra fe en el triunfo final. Estemos donde estemos, juntos o separados, el Primero de Mayo es un día que conmemoramos, públicamente o en nuestro interior (…).
Era el Primero de Mayo de 1933 y nosotros estábamos ahí, solos, metidos en un calabozo. Callamos, sumiéndonos en nuestras meditaciones. Y de pronto, como un milagro, oímos que en el patio de la prisión, alguien silbaba los primeros compases de la Internacional, aquellos que equivalen a las palabras

Arriba los pobres del mundo,
En pie los esclavos sin pan…

Nos levantamos y corrimos hacia la ventana. Ni cortos ni perezosos, silbamos desde los barrotes los compases que siguen, los que los proletarios de todos los países cantan ese día:

…y gritemos todos unidos:
Viva la Internacional.

Había, pues, otro como nosotros, preso allí, que sentía en su espíritu lo mismo que nosotros ese Primero de Mayo. Era el marinero griego, quien, al oírnos, se aproximó a nuestra ventana y preguntó, en inglés:

- ¿Communist Party?
- ¡Communist Party!, respondimos a dúo.”

Ejemplos como estos de fraternidad universal, de solidaridad de clase son los que demos mantener en pie en este nuevo 1º de mayo.

Saludamos a todos los trabajadores que le ponen el hombro al laburo.
A las mujeres que paran la olla.
A los que intentan elevar el nivel de conciencia de clase

y a los que luchan por su pueblo de manera desinteresada y llenos de convicción.


sábado, 24 de abril de 2010

EDITORIAL Nº 25 PRONTO EN LA CALLE


Ya está en la calle un número más de la prensa militante Negación de la Negación. En éste, su número 25, continúa contribuyendo al debate y al intercambio de experiencias en las masas explotadas. Masas explotadas que han sido marcadas en el último tiempo por dos grandes fenómenos: uno natural (enfrentado políticamente) y otro político.
El remezón del 27 de febrero dejó, como era de esperar, a numerosos sectores del pueblo, en precarias condiciones. El desarrollo de la lucha de clases prevé que hasta en situaciones especiales los más perjudicados sean siempre los mismos. Cuando se pensaba que las masas explotadas tenían bien poco que perder, el terremoto les recordó que la bullada “red de protección social” no era tal.
La manera en que el pueblo enfrentó los sucesos tras catástrofe no es nada más que la descomposición que subsiste en la supuesta “identidad” de los chilenos creada en los últimos 30 años. Todas esas desigualdades negadas sistemáticamente por los aparatos ideológicos del Estado, parecieran brotar en estas ocasiones, dando cuenta de la existencia de otro Chile, uno popular, rebelde e insumiso que no se ha integrado a las estadísticas de la OCDE; que estudia en pésimos colegios, que vive en poblaciones descompuestas por la pasta y el narcotráfico. El hecho de que los saqueos hayan dado origen a los especuladores y no a repartos solidarios y populares de los productos recuperados es prueba de las actitudes individualistas que residen en el seno de nuestro pueblo y de la escasa capacidad de acción de las organizaciones populares y de izquierdas.
La presencia militar en las calles del sur de nuestro país indica que la estabilidad y la cohesión fueron hechas saltar por los aires. Sin embargo es difícil hacer una lectura política de un hecho natural, pero sin duda que el Estado chileno mostró muchos de sus “eslabones más débiles” que, en el campo de la política, solo una Guerra Popular puede provocar. Lamentablemente es este mismo otro Chile el que es engañado sistemáticamente por la falsa Unidad Nacional. Cuestión que de verdad ya ni siquiera merece mayor análisis.
Negación de la Negación se lanzó a la calle hace ya 6 años, en pleno gobierno de Ricardo Lagos, clímax de los años concertacionistas. Durante este tiempo hemos denunciado y presentado una posición comunista frente a la explotación administrada por estos señores; es por eso que el cambio de gobierno que ahora se produce no presenta para nosotros un inicio de la lucha, ni menos un diálogo con los administradores de la explotación de ayer. Las luchas de los mineros del carbón, de los deudores habitacionales, de los subcontratados, de los estudiantes secundarios y universitarios deben sonar como una sola voz. Todos los explotados deben aportar su grano de maíz en esta cosecha popular. Tal como esbozamos numerosas veces en las páginas que siguen esto no debe hacernos bajar la guardia frente a los oportunistas. Ellos nos volverán a cantar como sirenas para aliarnos con ellos. Queremos la unidad del pueblo pero bajo una posición de clase, comunista y para eso estamos, para seguir llevando a cabo el ejercicio dialéctico de la contradicción, crítico y revolucionario en su esencia.
Saludamos a todos aquellos que con la espada ideológica del marxismo-leninismo dejan atrás su vida personal por servir al pueblo. A las prensas de carácter comunista que elevan el nivel de consciencia de las masas; a los agitadores, propagandistas y distribuidores que han llevado nuestras humildes hojas tamaño carta a numerosos rincones donde se cobija la organización popular.

PRENSA MILITANTE AL SERVICIO DE LA ORGANIZACIÓN PROLETARIA.

martes, 20 de abril de 2010

LA POBLACIÓN CONMEMORA A SUS COMBATIENTES



Hace un par de días, el domingo 18 de abril se conmemoró un año más de la caída de los jóvenes combatientes Eric Rodríguez e Iván Palacios, hecho acaecido en 1989 en las calles San Pablo con Radal comuna de Quinta Normal.



Estos jóvenes luchadores cayeron dando su vida en momentos en que muchos creían las promesas electoreras del pacto interburgés que llevó a Aylwin a administrar el legado de la dictadura fascista.



Hoy esa misma lucha se encuentra vigente, puesto que las problemáticas de hace 20 años son las mismas que hoy, la sociedad de clases sigue situando a una inmensa mayoría en condiciones de explotación crecientes. Los representantes electoreros de los ricos buscan perpetuar la dominación y las desigualdades, mientras que existen muchos otros (que apesar de venir desde el mismo seno del pueblo) que lo único que aspiran es a ser "candidatos a...". La convicción de estos jóvenes es símbolo de ejemplo y lucha para nuevos jóvenes combatientes de hoy. Los pobladores de la Simón Bolívar lo comienzan a reconocer y en las actividades muralistas, pichangas populares, saludos y marchas por las calles de la población reconocen el carácter popular de la lucha. No son como actos de los políticos electoreros que buscan solo votos para perpetuar sus intereses de clase.



Los tinkus, tarkas y público en general que repletó los angostos pasajes de la Simón dan cuenta de un pueblo que despierta de su letargo dando curso a la organización popular en la lucha por la sociedad sin clases. Al mismo tiempo se da cuenta de que cuando los poderosos perciben la organización popular saben que sus intereses tiemblan, de ahí que toda la actividad fue seguida desde cerca por efectivos de los aparatos de represión de civil y uniformados que coparon territorialmente la población. Es en estas circunstancias que ellos aparecen, pero nunca lo hacen cuando nuestras calles están llenas de pasta base para adormecer las conciencias de los jóvenes.

Solo la organización popular es la que nos entregará avances en la lucha por una sociedad sin clases.


Saludamos a todos quienes participaron en esta Jornada por la Organización Popular
en honor al Eric y al Iván.


Levantar Organización popular por nuestos derechos.




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