jueves, 12 de febrero de 2009

VACACIONES DE CESANTES

Cifras oficiales del gobierno señalan que en el último mes hubo 150 mil despidos y en los últimos 4 meses casi 500 mil. La mayoría de éstos son despidos no justificados. Las cifras reales demuestran que miles de chilenos día a día con suerte resuelven la supervivencia y deben vivir al amparo de algún familiar. La lucha de clases manifiesta su rostro más descarnado y el Gobierno manifiesta de que lado está en esta lucha, no precisamente del lado de los trabajadores.

Los efectos de la crisis que afecta al sistema económico capitalista ya empiezan a sentirse sobre los hombros de las masas explotadas. Miles de trabajadores son despedidos en todo el mundo. Grandes empresas industriales cierran o reducen su producción eliminado lo más fácil de eliminar, la mano de obra, con lo cual se incrementa la explotación sobre quienes logran permanecer en sus puestos laborales. La última de estas empresas fue la gigantesca empresa asiática Nissan la cual redujo su producción ostensiblemente para este año dejando a miles de trabajadores en la calle.
En Chile lo mismo está pasando, principalmente en sectores fuertemente golpeados por esta crisis, aquellos que dependen exclusivamente de las exportaciones y que se suponían iban a ser los más beneficiados con el popurrí de TLCs firmados por Chile con cuanto país existe. Ciudades como Valparaíso, Coronel, Talcahuano, Rancagua y Temuco son ciudades que las cifras de desempleo ya han alcanzado los dos dígitos cuando lo peor de la crisis todavía está por venir.
La Confederación de Trabajadores del Salmón habla de que hasta el momento existen 6.500 despidos y la situación se podría triplicar. Esta situación no es nueva ni difícil de imaginar. En toda crisis la burguesía utiliza la situación para el despido de trabajadores con lo cual hace retroceder al proletariado en sus reivindicaciones, porque éste debe volver a luchar por lo más fundamental, su trabajo.
Despidiendo trabajadores se va generando un panorama en que la conciencia de los trabajadores se ve amenazada y acosada por los valores fundamentales del capitalismo: el individualismo y el bienestar personal. Es así que la receta de todo empleador es a “cuidar su trabajo” y a “no andarse metiendo en tonteras como son el sindicato y la huelga”.
La gran burguesía transnacional y nacional implementan desde ya su perfecta receta: cada empleador debe despedir al número de trabajadores suficiente con tal de que sus ganancias no se vean afectadas. Sin embargo, estos despidos harían disminuir ostensiblemente la producción, pero el empresariado ya se encuentra blindado ante esta posibilidad debido principalmente a las medidas que Bachelet anunció para paliar esta crisis, medidas que en su mayoría benefician a los empresarios y a quienes en general contraten trabajadores. Con esto los empresarios reciben subvenciones por los pocos trabajadores que continúan empleados y se dan el lujo de contratar una poca cantidad de nuevos trabajadores con sueldos mínimos, a demás recibiendo las subvenciones del Estado. Con esto el Gobierno lo que hace es permitir la flexibilización laboral, la cual se presenta como la única opción de la burguesía para no aumentar la cesantía.
Estas condiciones no son nuevas en la historia, la vivieron los trabajadores del salitre en nuestro país y la vivió el proletariado europeo en el periodo de entre guerras. La burguesía ya ha jugado sus cartas. El proletariado debe endurecer sus posturas, a distanciarse de las posiciones reformistas que aspiran a una intervención del Estado burgués que termina subvencionando los gastos de las empresas y socializando las pérdidas mientras que las ganancias siguen siendo particulares.
En tiempos de crisis las meras reivindicaciones no tienen mucho campo de acción para el proletariado. Éste debe adoptar posiciones radicales para aprovechar el reacomodo de las distintas facciones de la burguesía en disputa. Organizarse en comités de cesantes que permitan difundir la solidaridad de clase y distinguir claramente cuál es el enemigo es una tarea fundamental de los sectores revolucionarios.

¡ORGANIZACIÓN Y SOLIDARIDAD DE CLASE!
¡QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS RICOS!


UNA BREVE MUSTRA DE LOS ÚLTIMOS DESPIDOS.
- La Compañía japonesa Pionner anunció el despido de 10 mil trabajadores de las cuales 6 mil estaban inscritas con contratos regulares y 4 mil con sistema de contrato irregular y a término.
- La cadena (estadounidense) de cafeterías Starbucks Corp volvió a despedir empleados, sumándose a los 7.000 puestos que había prescindido en enero.
- Panasonic (Japón) de aquí al 2010 recortará en 15.000 los puestos de trabajo en sus filiales de todo el mundo.
-Trabajadores del Transantiago denuncian que en las últimas semanas de las empresas operadoras han despedido a cerca de 200 trabajadores.
- En Chile ha habido despidos masivos en la minería (BHP Billiton), en el proyecto Costanera Center (Cencosud) o en la Empresa Nacional de Aeronáutica (ENHER).
-Trabajadores del sector bancario y financieron denuncian que el último periodo se han producido 5 mil despidos, entre ellos: Santander, con 1.500 despidos; Ripley, con 700; Scotiabank, con 500; Santander, con 300; Itau, con 300 y BBVA, con 200, entre otros.
- El grupo farmacéutico británico GlaxoSmithKline (GSK) suprimirá 6 mil empleos en todo el mundo.



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