La toma del fundo Pisu Pisué (propiedad de Joaquín Biwer Meller) en la región de Los Ríos, por segunda vez en tres semanas, llevada a cabo por parte de la comunidad huilliche Chiuca-Pichico y de Mantilhue demuestra la escalada y la extensión a otras zonas que ha logrado la lucha mapuche. Sin embargo el brutal desalojo no menoscaba la amplia lucha que múltiples sectores del pueblo pobre vienen dando contra el Estado burocrático y la burguesía que defienden.
No habiéndose olvidado estas acciones del pueblo mapuche, los trabajadores de las empresas del holding Arauco (aserraderos, plantas de celulosa, madereros y camioneros) han salido desde la anoche del domingo-lunes 16 de noviembre a bloquear los accesos a las 16 plantas del holding perteneciente al clan Angelini. Cerca de 8mil trabajadores subcontratistas demandan un pago de un bono de $80.000 que se exige tras los despidos masivos que se han vivido en el sector forestal y que han minimizado ostensiblemente los costos y mantenido la producción con lo cual la explotación hacia los trabajadores ha aumentado. Sumadas a otras tácticas que empleó la patronal como fueron las “vacaciones colectivas y la pérdida de los bonos de producción”.
Es por esto que los trabajadores se han tomado las plantas de Nueva Aldea, Cholguán, Horcones 1 y 2, El Colorado, San José de la Mariquina, Celulosa Constitución y Complejo Viñales. Entre estas están incluidas algunas instalaciones que producen energía para el Sistema Interconectado Central, 70 faenas forestales, plantas de fabricación de paneles y más de 1.000 camiones. Estas demandas surgen en un año de varias movilizaciones y en que en reiteradas ocasiones éstas han sido bajadas por la direcciones reformistas ligadas a la CUT y al pacto laboral Concerta-PC. Es de esperar que la Usinfa (confederación nacional de federaciones de trabajadores forestales) que agrupa a los subcontratistas no responda a los intereses conciliatorios y respalde la protesta popular de los trabajadores forestales. La situación de los obreros forestales manifiesta claramente que los enfrentamientos de clase están en alza, puesto que ayer lunes mismo los trabajadores de la empresa transportes Cabrera de Coihue (contratista de Forestal Mininco, de la familia Matte) cumplieron su décimo quinta jornada en huelga con barricadas y desvío de camiones forestales. Estos mismos holdings nacionales son quienes son los enemigos del pueblo mapuche. Es por esto que la lucha mapuche debe entenderse en un sentido de clase y no en sentido cultural.
Con el bloqueo de las plantas los trabajadores han paralizado la producción, no permitiendo aplicar la táctica clásica y legal (desde 1980) de la burguesía imperialista y nacional: el reemplazo de los trabajadores en huelga.
Alrededor del mediodía el Gobierno comenzó a realizar su labor mediante el intendente y carabineros. Fuerzas policiales comenzaron con el desalojo de las plantas Nueva Aldea y Horcones con serios incidentes y resistencia feroz por parte de los trabajadores, dejando 25 detenidos en Nueva Aldea, 2 trabajadores heridos y 6 pacos lesionados, mientras que en el Complejo Industrial Horcones las fuerzas represivas son obligadas a replegarse, a pesar de arrestar a 13 trabajadores. Mientras tanto en la Planta Cholguán se mantienen bloqueados los ingresos.
El holding Arauco procedió a informar que el bloqueo fue ilegal e impidió que 14 mil trabajadores (de planta) no pudieran ingresar a sus puestos de trabajo. En esto coincidimos con los burgueses, el bloqueo fue ilegal porque la ley es una ley burguesa que no reconoce que los trabajadores subcontratistas exijan a la empresa explotadora-madre reivind
icaciones en conjunto aunque sean contratados por distintas empresas externas. Pero al mismo tiempo el bloqueo fue legítimo porque las demandas de los trabajadores son justas y debe traspasarse la legalidad para exigirlas.
Es de esperar que los trabajadores de planta solidaricen con sus hermanos de clase y se sacudan del arribismo propugnado por los medios de comunicación de los poderosos. Aquellos que lavan la imagen de los ricos mientras ni siquiera informan cuando se reprime con violencia física a los mismos que tanta riqueza han creado y les ha sido robada.
No habiéndose olvidado estas acciones del pueblo mapuche, los trabajadores de las empresas del holding Arauco (aserraderos, plantas de celulosa, madereros y camioneros) han salido desde la anoche del domingo-lunes 16 de noviembre a bloquear los accesos a las 16 plantas del holding perteneciente al clan Angelini. Cerca de 8mil trabajadores subcontratistas demandan un pago de un bono de $80.000 que se exige tras los despidos masivos que se han vivido en el sector forestal y que han minimizado ostensiblemente los costos y mantenido la producción con lo cual la explotación hacia los trabajadores ha aumentado. Sumadas a otras tácticas que empleó la patronal como fueron las “vacaciones colectivas y la pérdida de los bonos de producción”.
Es por esto que los trabajadores se han tomado las plantas de Nueva Aldea, Cholguán, Horcones 1 y 2, El Colorado, San José de la Mariquina, Celulosa Constitución y Complejo Viñales. Entre estas están incluidas algunas instalaciones que producen energía para el Sistema Interconectado Central, 70 faenas forestales, plantas de fabricación de paneles y más de 1.000 camiones. Estas demandas surgen en un año de varias movilizaciones y en que en reiteradas ocasiones éstas han sido bajadas por la direcciones reformistas ligadas a la CUT y al pacto laboral Concerta-PC. Es de esperar que la Usinfa (confederación nacional de federaciones de trabajadores forestales) que agrupa a los subcontratistas no responda a los intereses conciliatorios y respalde la protesta popular de los trabajadores forestales. La situación de los obreros forestales manifiesta claramente que los enfrentamientos de clase están en alza, puesto que ayer lunes mismo los trabajadores de la empresa transportes Cabrera de Coihue (contratista de Forestal Mininco, de la familia Matte) cumplieron su décimo quinta jornada en huelga con barricadas y desvío de camiones forestales. Estos mismos holdings nacionales son quienes son los enemigos del pueblo mapuche. Es por esto que la lucha mapuche debe entenderse en un sentido de clase y no en sentido cultural.
Con el bloqueo de las plantas los trabajadores han paralizado la producción, no permitiendo aplicar la táctica clásica y legal (desde 1980) de la burguesía imperialista y nacional: el reemplazo de los trabajadores en huelga.
Alrededor del mediodía el Gobierno comenzó a realizar su labor mediante el intendente y carabineros. Fuerzas policiales comenzaron con el desalojo de las plantas Nueva Aldea y Horcones con serios incidentes y resistencia feroz por parte de los trabajadores, dejando 25 detenidos en Nueva Aldea, 2 trabajadores heridos y 6 pacos lesionados, mientras que en el Complejo Industrial Horcones las fuerzas represivas son obligadas a replegarse, a pesar de arrestar a 13 trabajadores. Mientras tanto en la Planta Cholguán se mantienen bloqueados los ingresos.
El holding Arauco procedió a informar que el bloqueo fue ilegal e impidió que 14 mil trabajadores (de planta) no pudieran ingresar a sus puestos de trabajo. En esto coincidimos con los burgueses, el bloqueo fue ilegal porque la ley es una ley burguesa que no reconoce que los trabajadores subcontratistas exijan a la empresa explotadora-madre reivind
icaciones en conjunto aunque sean contratados por distintas empresas externas. Pero al mismo tiempo el bloqueo fue legítimo porque las demandas de los trabajadores son justas y debe traspasarse la legalidad para exigirlas.Es de esperar que los trabajadores de planta solidaricen con sus hermanos de clase y se sacudan del arribismo propugnado por los medios de comunicación de los poderosos. Aquellos que lavan la imagen de los ricos mientras ni siquiera informan cuando se reprime con violencia física a los mismos que tanta riqueza han creado y les ha sido robada.
VIVA EL PUEBLO QUE LUCHA.
