La represión de una clase sobre otra muestra en estos días su lado más brutal. El gobierno concertacionista y sus medios de comunicación no pueden seguir disfrazando la violencia que ejerce el gobierno clasista en contra del pueblo que lucha.
En el día de hoy, miércoles 18 de junio, miles de estudiantes, trabajadores y pobladores han salido a exigir la detención de las políticas neoliberales que tienen a la educación chilena como el principal reproductor y sostenedor de las clases sociales, permitiendo al mismo tiempo el lucro de la pequeña y gran burguesía a costa de las arcas fiscales.
En las calles la represión policial salió a hacer su trabajo que no es otro que el de responder a los intereses de la burguesía. Es así que sólo en los disturbios ocurridos en Providencia 160 jóvenes, entre secundarios y universitarios fueron detenidos. Al mismo tiempo cientos de profesores eran detenidos, fiscalizados y amedrentados en los buses en las cercanías de Valparaíso, de la misma manera como eran controlados los mineros que se desplazaban en la cúspide de las protestas de los trabajadores de Codelco. Esta es la cara más fidedigna del Estado burgués y de su democracia; es de esperar que todas estas manifestaciones y reacciones de la burguesía sirvan para que el pueblo tome conciencia y no participe de sus voladores de luces que son las elecciones en que se pretende escuchar la voz del pueblo.
Es en el Parlamento burgués donde se discute la forma en que se lucrará con la educación chilena. Nada tienen que esperar los explotados de este país de los representantes de la burguesía, ya que las decisiones parlamentarias no nacen del clamor de la ciudadanía sino del domicilio de Sebastián Piñera.
Mientras los parlamentarios debaten exhaustivamente acerca de cómo sacar mejores dividendos para su clase mediante la educación, cerca de 10 mil personas marchan por las calles de Valparaíso, demostrando que el poder se gana en las calles, con trabajo y creando conciencia. Lamentablemente esas manifestaciones siguen siendo lideradas por los sectores que históricamente han traicionado a los explotados. Aparecen como sujetos combativos mientras tras bambalinas ya tienen un acuerdo con la concertación detener los procesos si es que comienzan a manifestar una fuerza considerable de poder. Esa es la función que cumple el señor Gajardo, el cual se muestra bastante crítico ante la prensa oficial, pero es sabido que él como representante del falso PC chileno tiene un pacto con los mismos señores que han propuesto la LGE. Es de esperar que todas las manifestaciones espontáneas y medianamente concientes que hoy comienza a mostrar el pueblo sirvan para generar organizaciones de poder alejadas del reformismo parlamentario y que puedan transformar las múltiples reivindicaciones económicas en demandas políticas de clase.
¡SI LA BURGUESÍA TIENE SUS ORGANIZACIONES Y PARTIDOS QUE LOS REPRESENTAN, LOS EXPLOTADOS DEBEMOS ORGANIZARNOS A PARTIR DE NOSOTROS MISMOS!
¡NO HAY NADA QUE ESPERAR DE LA BURGUESÍA NI DE SU PARLAMENTO!
¡A DESBORDAR LA LEGALIDAD MEDIANTE LA ORGANIZACIÓN POPULAR!
En el día de hoy, miércoles 18 de junio, miles de estudiantes, trabajadores y pobladores han salido a exigir la detención de las políticas neoliberales que tienen a la educación chilena como el principal reproductor y sostenedor de las clases sociales, permitiendo al mismo tiempo el lucro de la pequeña y gran burguesía a costa de las arcas fiscales.
En las calles la represión policial salió a hacer su trabajo que no es otro que el de responder a los intereses de la burguesía. Es así que sólo en los disturbios ocurridos en Providencia 160 jóvenes, entre secundarios y universitarios fueron detenidos. Al mismo tiempo cientos de profesores eran detenidos, fiscalizados y amedrentados en los buses en las cercanías de Valparaíso, de la misma manera como eran controlados los mineros que se desplazaban en la cúspide de las protestas de los trabajadores de Codelco. Esta es la cara más fidedigna del Estado burgués y de su democracia; es de esperar que todas estas manifestaciones y reacciones de la burguesía sirvan para que el pueblo tome conciencia y no participe de sus voladores de luces que son las elecciones en que se pretende escuchar la voz del pueblo.
Es en el Parlamento burgués donde se discute la forma en que se lucrará con la educación chilena. Nada tienen que esperar los explotados de este país de los representantes de la burguesía, ya que las decisiones parlamentarias no nacen del clamor de la ciudadanía sino del domicilio de Sebastián Piñera.
Mientras los parlamentarios debaten exhaustivamente acerca de cómo sacar mejores dividendos para su clase mediante la educación, cerca de 10 mil personas marchan por las calles de Valparaíso, demostrando que el poder se gana en las calles, con trabajo y creando conciencia. Lamentablemente esas manifestaciones siguen siendo lideradas por los sectores que históricamente han traicionado a los explotados. Aparecen como sujetos combativos mientras tras bambalinas ya tienen un acuerdo con la concertación detener los procesos si es que comienzan a manifestar una fuerza considerable de poder. Esa es la función que cumple el señor Gajardo, el cual se muestra bastante crítico ante la prensa oficial, pero es sabido que él como representante del falso PC chileno tiene un pacto con los mismos señores que han propuesto la LGE. Es de esperar que todas las manifestaciones espontáneas y medianamente concientes que hoy comienza a mostrar el pueblo sirvan para generar organizaciones de poder alejadas del reformismo parlamentario y que puedan transformar las múltiples reivindicaciones económicas en demandas políticas de clase.
¡SI LA BURGUESÍA TIENE SUS ORGANIZACIONES Y PARTIDOS QUE LOS REPRESENTAN, LOS EXPLOTADOS DEBEMOS ORGANIZARNOS A PARTIR DE NOSOTROS MISMOS!
¡NO HAY NADA QUE ESPERAR DE LA BURGUESÍA NI DE SU PARLAMENTO!
¡A DESBORDAR LA LEGALIDAD MEDIANTE LA ORGANIZACIÓN POPULAR!
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