44 estudiantes secundarios agrupados en la ACES se tomaron el edificio central de la Municipalidad de Santiago a eso de las 07:25 del día de ayer lunes 7 de noviembre.
Los valientes jóvenes buscaban posicionar las demandas del estudiantado popular del país ante las arremetidas de un inminente pacto antipopular entre la derecha clásica (UDI-RN) y la derecha progresista (Concertación-PC). Pacto de espaladas al pueblo y que no satisface para nada a las amplias masas populares.
Una vez que ingresaron a las dependencias de enfrente de la Plaza de Armas llegaron hasta el segundo piso desde donde desplegaron lienzos dando a conocer que “La Educación es un derecho. Y la recuperaremos peleando”.
Ante esto el Alcalde les dio 30 minutos para que desalojaran el lugar y deslegitimó este
tipo de movimiento y sus organizaciones puesto que señaló que se mueven por teorías radicales y “La lucha de clases no es el camino” (palabras textuales de Zalaquet).
Tras esto el Alcalde ordenó el desalojo sumamente violento, el cual concitó el espontáneo repudio de varios transeúntes que presenciaron la situación.
Al mismo tiempo una veintena de estudiantes de la Universidad de Chile se tomaron la torre 15 (de la remodelación San Borja), clásico lugar de los trámites burocráticos de dicha Universidad, vital para su funcionamiento aún en toma de la mayoría de los restantes campus.
Estas acciones van en búsqueda de demostrar que todo lo desarrollado hasta ahora por el movimiento estudiantil se ha ganado a punta de fuerza y coraje, decisión, audacia y convencimiento. Las declaraciones de Zalaquett son un reconocimiento de con quién él está dispuesto a dialogar (Vallejo-Jackson) y quiénes representan verdaderamente los intereses populares.
El desgaste obvio de todo movimiento sigue siendo insuficiente para las demandas de un pueblo que perdió el miedo y que ya se organiza para mañana miércoles dejarse caer en la marcha porteña la cual ya ha sufrido las amenazadas de Hinzpeter con la criminalización de la capucha.
Nada detiene al pueblo organizado y conciente.
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