miércoles, 4 de julio de 2007

El mensaje de una historia común

Por Rebeca


Ha muerto tranquilo en un hospital penitenciario de un paro cardiorespiratorio el ex agente de la DINA Osvaldo Romo. ¿Qué interés tiene para nosotros recordar, a propósito de su muerte, a un miserable como éste? El sentido está en su historia.

Osvaldo Romo es caracterizado por ser un morboso torturador de detenidos políticos durante la dictadura militar y, más aún, por continuar hasta antes de morir defendiendo las prácticas antisubversivas (entendiendolas como asesinatos y torturas) como algo bueno y necesario.

Como muestras de su crueldad la prensa oficial ha vuelto hoy a difundir algunos extractos de una entrevista realizada a Romo por un programa del canal estadounidense "Univisión". Algunos de estos fragmentos son los siguientes:


"Cuando no hay cementerios, no tienes nada ...tirarlos adentro no más. Primero, hay que darles comida a los pescados".


"¿Otra manera? Químicamente. Tienes que destruirle dos o tres cosas al individuo para que si aparece no lo puedan identificar. Con un napoleón, total está muerto, le corto los dedos y le mato la ingle, porque cuando se está en el agua el cadáver sube, y para que quede abajo hay que aplicarle algún método químico para que no suba más. Claro que Chile no es un mar para tirar cadáveres porque es violento o torrentoso''.


"Yo no dejaría periquito vivo. Fue un error de la Dina. Yo siempre le discutía a mi general que no tenía que dejar a ninguna persona viva, que no la dejara en libertad. Mire usted, ahí están las consecuencias''.


"Yo estoy limpio con mi conciencia. Lo que hice lo volvería a hacer"


Estas palabras podrían haber sido proferidas por Romo como por cualquier otro miembro de la DINA: no es esto lo que la historia tiene de sorprendente. Lo sorprendente, y también la moraleja de la historia, viene a continuación:


Osvaldo Romo formó parte del MIR durante el gobierno de la UP y participó en la Unión Popular Socialista. El "Comandante Raúl", ejemplar de disciplina y trabajo en la construcción del socialismo, apareció en la mañana del 11 de Septiembre de 1973, cuenta la historia, en el campamento Lulo Pinochet, vestido de suboficial, identificando a militantes del MIR y a todo revolucionario para, posteriormente, torturarlos hasta la muerte y arrojarlos al mar.

¿Paradójico?

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