Después de tantos años la selección chilena de fútbol volvió a ganar en el máximo espectáculo deportivo del orbe. Miles de chilenos, las masas, estuvieron ayer en las calles. Trabajadores que nunca se habían atrevido a sumarse a un "paro", o a una huelga, ayer faltaron a sus "pegas". Muchos se pasaron gratis en la locomoción colectiva, mientras que mañana hoy se verán bien sumisos al pagar su pasaje sin "chistar" cuando se den cuenta de que el pasaje otra vez, como ha sido una constante en las últimas semanas, ha subido. ¿Qué espera el pueblo y las organizaciones populares para rebelarse?.
Por estos mismos días se aprueba el proyecto para la reconstrucción en el cual lo único que queda claro es que los explotadores imperialistas y la gran burguesía chilena pagarán más impuestos sólo el próximo año y mucho menos a contar del 2012 (con una ley de amarre que impide subirles los impuestos en los próximos años; similiar al falso royalty que no se puede modificar legalmente hasta varios años más). Es decir nuevamente la economía chilena descansa sobre los hombros de la clase obrera y del pueblo, mientras Piñera faranduliza el desastre del terremoto instalando "centros de eventos" en los campamentos para ir a ver los partidos del mundial.
¿Cuál es la evaluación de los sectores organizados?
¿Seguiremos esparando a que las masas despierten (nosotros incluídos en ellas, porque no venimos de otro lao)? O ¿despertaremos todos aquellos que nos sentimos llamados por la historia para cambiar el régimen de explotación?
Qué esperamos para exigir nuestros derechos; las condiciones de explotación nos llaman a la rebelión. Cómo es posible que los ricos del país pretendan legislar el nuevo salario mínimo subiendo 4 mil pesos, si eso no alcanza ni para cubrir las últimas subidas del pasaje en la capital.
Lucha y organización. La emancipación de los trabajadores es obra de los trabajadores mismos.
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